5 de enero de 2016

Nutrición para combatir el hígado graso





Nuestra dieta va a ser básica para combatir el hígado graso, siendo esencial el control de las calorías para evitar esos hinchazones, esas digestiones pesadas y esa fatiga crónica asociada a esta enfermedad. Así pues la pregunta básica es ¿Qué debo comer?
  • ·         Fibra: Indispensable. Nos ofrece sensación de saciedad y controla el apetito, absorbiendo además menos grasas y azúcares.
  • ·         Pan integralarroz y pasta integrales.
  • ·         Copos de avena o maíz natural para desayunar, sin azúcares.
  • ·         Incluye legumbres tres veces a la semana en tu dieta, y todas aquellas verduras de hoja verde.
  • ·         Evita el azúcar. Como endulzante podemos utilizar la estevia, es quizá lo únicamente recomendable, puesto que ni la sacarosa ni la fructosa son adecuadas para el hígado graso, de ahí incluso que debamos prescindir del consumo diario de fruta por su alto nivel en azúcares, y en caso de tomarla, siempre entre horas y acompañada de unas avellanas o almendras para evitar un xoc insulínico.
  • ·         Evita la leche de vaca: siempre es mejor el yogur desnatado y el kéfir.
  • ·         Evita la comida rápida o prefabricada: cada uno de sus ingredientes resulta pesado para la digestión y acaba acumulando grasa en diferentes partes del cuerpo.Cuando una persona no logra moderar su consumo hay un alto riesgo de sufrir de hígado graso, una condición que causa graves dificultades para digerir los alimentos y que está asociada con el sobrepeso y la obesidad.
  • ·         Evita las frituras:  las frituras que venden en los puestos de comida o que vienen empacadas como snacks están hechas con aceites de pésima calidad que no son adecuados para el organismo.Las grasas saturadas y los compuestos que se producen por las altas temperaturas sobrecargan de tareas al hígado al generar una acumulación de toxinas y grasa.
  • ·         Evita los alimentos grasos: El cuerpo necesita una pequeña dosis de grasa para funcionar en perfectas condiciones. El inconveniente es que muchos de los alimentos grasos son de tipos saturados, es decir, los que no le aportan mayor beneficio a la salud.Estos contienen grandes niveles de calorías y a menudo están asociados con el aumento del colesterol y los triglicéridos.Ambas condiciones afectan de forma directa la salud cardiovascular pero también deterioran el hígado al sobrecargarlo para tratar de controlarlas.
  •      Es esencial reducir el consumo de:

·         Manteca de cerdo.
·         Mantequilla.
·         Crema de leche.
·         Piel de pollo.
·         Aderezos cremosos.
·         Mayonesa.
  • ·         Evita los alimentos ricos en proteínas: ¡Ojo! Proteínas sí, pero en cantidades moderadas. Este tipo de nutrientes es esencial para la formación de masa muscular y el metabolismo, pero sus excesos pueden resultar contraproducentesAlgunas personas, en especial los deportistas, ingieren cantidades exageradas de estas, y a largo plazo desarrollan varios trastornos. Las dietas que no las moderan tienden a sobrecargar la función hepática porque el hígado debe trabajar para eliminar todas las toxinas que quedan cuando las proteínas se digieren.

·         Incrementa en tu dieta la vitamina A, C, E y el selenio, favorecedores para evitar la degeneración celular, de ahí que sea recomendable por ejemplo que consumas los siguientes alimentos: pescados azules, la yema de los huevos, los tomates, brócolis, pimientos, nueces, espinacas, aguacates…
·         Respecto al selenio, poderoso antioxidante y desintoxicante de nuestro hígado, podemos encontrarlo al consumir pistachos, anacardos, semillas de calabaza, champiñones, salvado de trigo…
·         El alcohol es desde luego, algo que deberás eliminar completamente de tu dieta. El consumo de alcohol, ya sea en cantidad moderada o excesiva facilitará la acumulación de grasa en las células del hígado. Cuando la acumulación de esta grasa supera los límites normales, las células comienzan a inflamarse y con el tiempo se generan cicatrices en los tejidos. A partir de esta etapa, el flujo sanguíneo normal se ve obstaculizado y si no se detiene y revierte la situación, el hígado puede dañarse irreparablemente. Debido a esto, es recomendable que el consumo de alcohol sea mínimo y si ya se ha diagnosticado hígado graso, lo recomendable sería ideal abstenerse de ingerir alcohol.
·         El limón es sin duda una pieza indispensable para el hígado graso, será muy beneficioso, así que puedes añadirlo cuando bebas agua, y también en tus ensaladas. Recomendable sobre todo con zanahoria.


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