¿Por qué cuesta tanto bajar el colesterol?
Para bajar los niveles de colesterol, además de hacer ajustes en la dieta, es preciso cuidar al hígado con la alimentación y controlar que no haya disfunciones hepáticas
Boca y lengua pastosa,
digestiones difíciles y pesadas, náuseas, alteración del ritmo intestinal con
tendencia al estreñimiento, mal aliento,... Son algunos síntomas comunes en
personas que tienen dislipemias, es decir, sus niveles de lípidos plasmáticos alterados.
La causa, en muchos casos, está en una disfunción hepática, y es por ahí por
donde conviene comenzar a tratar el problema. La consecuencia es la elevación
del colesterol, de los triglicéridos o de las enzimas hepáticas. El abordaje
dietético y nutricional en caso de dislipemia requiere un enfoque integral. A
continuación se detallan las deficiencias en el tratamiento dietético que
impiden una correcta resolución del problema, qué errores alimentarios se
comenten, qué alimentos no ayudan y cuáles son los más indicados para actuar
sobre la causa.
Vencer al
colesterol: actuar sobre la causa, no sobre la consecuencia
El hígado es el principal órgano
encargado de gestionar los niveles de grasas a nivel circulatorio. A su vez,
una de sus funciones principales es la de almacenar sangre y regular el flujo
sanguíneo hacia el resto de órganos. Es por ello que una disfunción hepática
tiene como consecuencia directa una mala calidad de la sangre, y esta puede
estar saturada de grasas y colesterol, provocando con el tiempo la elevación de
las tasas de colesterol plasmáticas y, en consecuencia, un aumento del riesgo
vascular.
Por ello, cuando hay una alteración de
los niveles de lípidos (LDL colesterol elevado; HDL colesterol disminuido;
triglicéridos elevados) o de las transaminasas (enzimas hepáticas) suele haber
disfunción hepática -no tiene por qué haber patología-, pero este trastorno
hepático se manifiesta a distintos niveles. Una serie de síntomas o malestares nos alertan de que nuestro hígado
requiere un apoyo dietético para recuperar su funcionalidad:
- Sensación de pesadez dolorosa en la región hepatovesicular.
- Boca pastosa, digestión difícil (en particular con los alimentos
grasos, desde la nata y la mantequilla, hasta los frutos secos).
- Eructos después de las comidas (a veces se acompaña de náusea).
- Alteración del ritmo intestinal con tendencia al estreñimiento.
- Halitosis o mal aliento.
- Sueño después de las comidas.
- Intolerancia más o menos acusada a ciertos alimentos.
- Urticaria o prurito en la piel.
- Dolor de cabeza de tipo migrañoso.
La elevación plasmática de los niveles
de colesterol suele ser la consecuencia de este trastorno hepático de fondo que
habrá que corregir para no depender siempre de los medicamentos.
Los cuidados
dietéticos para el hígado
En cuestión alimentaria, además de los
aspectos claves mencionados, habría que indagar y aclarar cuál es la causa de
la disfunción hepática para corregir el enfoque alimentario y apoyar con
fitoterapia o complementos dietéticos de la manera más eficaz. Eso sí, cabe
incidir en que el uso de complementos dietéticos y de
plantas siempre ha de estar respaldado por un profesional sanitario. Un consumo individual sin
asesoramiento, ni en el tipo, ni en la dosis, ni en la duración y frecuencia
recomendada, puede tener efectos indeseados para la salud.
1. Insuficiencia de secreción de la
bilis, que se manifiesta con malas digestiones. Los
jugos biliares actúan en el proceso digestivo ayudando a digerir bien las
grasas. Además, se encargan de eliminar los desechos de la sangre (derivado de
la desintoxicación y depuración hepática). Se puede sentir acidez, sensación de
ardor en el esófago (porque los ácidos biliares ascienden y provocan dichas
molestias, que se pueden confundir con molestias gástricas) o acidez de estómago.
- En este caso, convendría aumentar el consumo de alimentos y plantas
con efectos coleréticos (aumentan la producción de bilis) y colagogos
(estimulan la expulsión de la bilis acumulada en la vesícula biliar). Al
mismo tiempo, habría que limitar la ingesta de alimentos grasos, incluidos
los frutos secos, pese a la buena calidad de sus lípidos. La alcachofa es la planta por excelencia para
combatir las digestiones difíciles; tiene acción colerética y colagoga. A
ella se suman la fumaria y el boldo.
Está demostrado su efecto hepatoprotector. Una reciente revisión llevada a
cabo por Cocharne señala que el uso de la alcachofa
como complemento para reducir el colesterol es potencial, si bien, según los
datos científicos disponibles, no es suficientemente convincente. Estos
resultados protectores hepáticos, cardiovasculares e hipolipemiantes son,
sin embargo, más contundentes en una revisión
publicada el año pasado y
realizada por investigadores italianos de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Pavía.
2. Trastornos en los procesos de
detoxificación o depuración. El alimento ya digerido en el intestino
se transforma en una mezcla de fluidos: el quilo, formado por bilis, jugo
pancreático y lípidos emulsionados en el duodeno (primera porción de intestino
delgado). El quilo llega al hígado a través de la vena porta, y allí es
filtrado para nutrir al hígado y formar la sangre que después se envía al
corazón. Esta sangre contiene los nutrientes de los alimentos, y también
toxinas que pudiera haber en ellos, componentes de los medicamentos que se
hayan ingerido y cualquier sustancia que sea capaz de pasar a la sangre desde
el conducto digestivo. Antes de que esta sangre se reparta por el todo el organismo,
debe "purificarse" en el hígado. Si los procesos de detoxificación
hepática no funcionan de manera correcta, la sangre que fluye por el cuerpo
será de mala calidad, lo que aumenta el riesgo de dislipemias, entre otros
desórdenes.
- En este caso estarán desaconsejados aquellos alimentos que
requieran un mayor trabajo hepático: lácteos (en particular quesos
grasos), proteína animal (huevos, carne roja, embutidos, pollo con
piel...), exceso de sal y salazones, fritos, frutos secos... La toma
elevada de medicamentos (antibióticos, ansiolíticos, antipsicóticos,
anticonceptivos...) puede bloquear o dificultar las fases de depuración
hepática. Entre las plantas más indicadas en estos casos está el rábano negro y la cúrcuma,
plantas reconocidas por su alta capacidad de detoxificación hepática.
3. Sufrimiento hepático, asociado a toma elevada y mantenida de
medicamentos, xenobióticos, infecciones virales, acumulación de tóxicos, etc.
Algunos medicamentos (píldora anticonceptiva, paracetamol, alcohol) se
convierten en tóxicos graves para el hígado si se eliminan mal sus desechos
metabólicos.
- El desmodium es la planta amiga de los
hepatocitos, las células hepáticas, pues ayuda a su regeneración.
¿Qué es el
colesterol LDL?
El conocido como colesterol LDL, también
conocido popularmente como colesterol
malo, es unalipoproteína de baja densidad formada por lípidos y
proteínas. Se trata de un
tipo de grasa igual de importante para el buen funcionamiento de nuestro
organismo, siempre y cuando se encuentre en valores considerados como óptimos o
normales.
Su principal función es la de
transportar líquidos, en especial se encarga de la transportación del colesterol del hígado
a los distintos órganos y tejidos donde existen receptores de LDL.
¿Y cuáles son estos valores? Se considera un valor normal cuando el colesterol LDL se
sitúa por debajo de 100 mg/dl., normal-alto cuando se sitúa entre 100 a 160 mg/dl., y
alto cuando se sitúa por encima de 160 mg/dl. Por ello, cuando el colesterol LDL
se sitúa por encima de 100 mg/dl. sí puede convertirse en un problema de salud,
sobre todo cuando estos niveles se mantienen elevados en el tiempo.
¿Cuáles son
las consecuencias de tener el colesterol LDL?
Cuando el colesterol LDL se sitúa por encima
de los valores considerados como normales desde un punto de vista de salud, se asocia un aumento del riesgo de enfermedades del
corazón.
Por ejemplo, se tiene un riesgo mayor de enfermedad cardiovascular, multiplica los riesgos de sufrir ataques cardíacos o derrames cerebrales, y aumenta el riesgo de sufrir angina de
pecho como consecuencia de la falta de irrigación
sanguínea en una parte del corazón.
¿Cómo eliminar el colesterol LDL o malo naturalmente?
El colesterol LDL es malo para tu salud si se mantiene por encima de sus
valores normales. Descubre cómo eliminar el colesterol malo naturalmente con
algunos consejos sencillos.
Cuando nos realizamos un análisis
sanguíneo de manera rutinaria en uno de los elementos en los que más tendemos a
fijarnos es en los valores que tenemos de colesterol y de triglicéridos, ya que
en caso de estar altos o muy altos es posible que nuestro médico nos pida
volver a realizarnos un nuevo análisis de sangre pasados unos meses, y de
continuar alto nos indicará qué hábitos de salud y nutricionales debemos seguir
para bajarlos.
Si nos fijamos en los distintos
elementos que pueden aparecer en los resultados del análisis de sangre
correspondientes a nuestro perfil de grasas, es probable que te encuentres con
el colesterol total, con el colesterol HDL y con el colesterol LDL. En este caso, mientras que el colesterol
HDL es considerado como el colesterol bueno porque ayuda a reducir los niveles
de colesterol LDL, este último sí debe vigilarse dado que es entendido en
realidad como una forma de “colesterol malo”.
No obstante, debemos tener
en cuenta algo básico: el
colesterol es una grasa fundamental para nuestro organismo. Es
decir, el
colesterol no es malo para la salud. De hecho, es fundamental
para nuestras células, es precursor de las hormonas sexuales, de la vitamina D
y de las hormonas corticoesteroidales,
Ten siempre
en cuenta
Evita los alimentos
con mayor contenido en colesterol LDL
Existen determinados alimentos que aportan a
nuestro organismo una mayor cantidad de colesterol LDL, como por ejemplo es el
caso de las grasas trans o los alimentos ricos en grasas saturadas.
Es aconsejable eliminar de tu dieta los
siguientes grupos de alimentos:
·
Alimentos con grasas trans: como son los alimentos precocinados y
la bollería industrial.
· Alimentos con grasas saturadas: carnes rojas, embutidos, mantequilla
y nata.
· Otros alimentos: lácteos enteros, aceite de coco, aceite de
palma, productos fritos, langostinos, gambas y cigalas.
· Evita los alimentos fritos. Es mejor optar por el aceite de oliva o
por los aceites vegetales, como el de soja, girasol o maíz.
· Añade a tu dieta alimentos ricos en fibra, que nos ayudarán a bajar el colesterol alto. Entre
éstos, podemos destacar los cereales y cereales integrales, la avena,
arroz, verduras y frutas, las legumbres y los vegetales.
·
Utiliza leche descremada o desnatada (en vez de entera).
·
Limitar el consumo de
huevos a 3 o 4 por semana.
· Consume bastante fibra. La fibra soluble reduce la cantidad de colesterol
absorbida en el torrente sanguíneo. Consumir diariamente de 5 a 10 gramos de
fibra suele ser suficiente para reducir los niveles de colesterol.
·
Los granos
integrales, verduras y frutas frescas en general son las mejores fuentes de
fibra soluble. En particular, la
avena, el salvado de avena, los frijoles secos, las manzanas, las peras, la
cebada, las pasas, las berenjenas, el quimbombó, las fresas y los cítricos son
opciones excelentes.
·
Consume muchas nueces y otras fuentes vegetales de proteína. Las fuentes animales de proteína pueden incrementar tus niveles de
colesterol, mientras que las vegetales lo reducen.
Además de tener
proteínas, las nueces, las almendras y demás tipos de nueces también son
fuentes ricas en ácidos grasos poliinsaturados, que ayudan a mantener
saludables los vasos sanguíneos. Solo come un puñado de estas por día, unos 45
g (1,5 oz). Las nueces son altas en calorías y pueden hacerte engordar mucho si
se consumen en exceso.
· Otras fuentes
vegetales de proteína para tener en cuenta son las lentejas, los frijoles rojos
y pintos, la soya, la leche de soya y el tofu.
Sigue una
alimentación rica en alimentos frescos y naturales
Podemos hablar en esta ocasión de la dieta mediterránea, considerada desde un punto de vista
nutricional como una de las mejores porque ayuda a cuidar la salud y a
disfrutar en definitiva de una mejor salud. Como no podría ser menos, también
es ideal a la hora de bajar el colesterol LDL.
Básicamente opta por consumir frutas y verduras frescas cada día varias raciones (por ejemplo de 3 a 5
diarias), una o dos cucharadas de aceite de oliva
virgen extra, un puñado de
frutos secos y cereales
integrales.
Opta por
alimentos que aumentan el colesterol HDL
Como ya te indicamos en una ocasión anterior
en la que te hablábamos sobre aumentar el colesterol bueno, es importantísimo seguir una dieta cuyos alimentos te ayuden a aumentar el
colesterol HDL o bueno.
En este sentido, destacan especialmente el pescado azul (como es el caso del atún, salmón, la
trucha, el arenque y las sardinas), los frutos secos (en especial las nueces, pistachos y
almendras), elaceite de oliva, frutas como el aguacate, el ajo y el brécol.
Haz
ejercicio físico
No hay duda, el ejercicio físico es muy bueno para bajar el colesterol. ¿Por qué? Fundamentalmente porque
ayuda a aumentar el gasto energético y por tanto el consumo de grasas.
Pero para cumplir con
esta cualidad es
importantísimo que el ejercicio sea aeróbico de baja o media
intensidad pero de larga duración (caminar a paso ligero o rápido, correr, nadar, montar en bici…) Escoge tu
preferido, comprobarás cómo en poco tiempo tu colesterol LDL se reducirá
notablemente (incluyendo también los triglicéridos). Recuerda: lo más
importante no es la intensidad, sino la duración del ejercicio físico.
Lo aconsejable es practicarlo cada día
durante al menos 40 minutos.
Reduce el estrés y la ansiedad
Desde hace años se sabe que el estrés,
sobretodo el estrés laboral, tiende a subir los niveles de colesterol malo.
¿Por qué? Muy sencillo: el estrés aumenta la liberación de colesterol
proveniente de los tejidos grasos, de manera que mantener un estrés regular y
constante se asocia con un aumento crónico del colesterol.
La clave, por tanto, está en mantener no solo
un estilo de vida saludable, sino en disfrutar de una vida lo más relajada
posible. Para ello, una buenísima opción es practicar ejercicio físico con
regularidad (que mejora nuestro estado de ánimo y nos relaja), y hacer algo de
meditación o de practicar relajación cada día durante 30 minutos.
En realidad es más sencillo de lo que
piensas: basta con sentarte o acostarte en algún lugar cómodo de casa, ponerte
música relajante, encender velas y algún incienso y simplemente tratar de poner
la mente en blanco, olvidándote de las tensiones y de las preocupaciones.
Adelgaza si tienes exceso de peso
Si existe exceso de peso, ya sea porque
tienes sobrepeso u obesidad, lo más adecuado es bajarlo siguiendo una dieta
baja en grasas y practicando ejercicio físico. También ayuda comer despacio,
realizando cinco comidas al día, repartiendo las comidas y sin comer en exceso
(no sintiéndonos llenos del todo y terminar justo antes de llenar el estómago).
Además de ayudarte a la hora de rebajar los
niveles de colesterol alto, también es útil para revertir o prevenir otros
trastornos relacionados, como por ejemplo es el caso del higado graso.
¿Cuáles serían las consecuencias de mantenerlo alto y
no bajarlo?
Si en unos análisis
sanguíneos nos han diagnosticado con colesterol por encima de lo considerado
como “normal”, y no hacemos nada por bajarlo, con el paso del tiempo sus
consecuencias para nuestra salud pueden resultar bastante peligrosas. A saber:
· Arteriosclerosis: debido a la obstrucción de las venas a causa del
colesterol, restringiendo la circulación correcta de la sangre tanto hacia
nuestro corazón como al resto del organismo.
· Accidente
cerebrovascular: como consecuencia
de la falta de irrigación sanguínea hacia el cerebro. Es muy peligroso, ya que
puede causar la muerte.
· Angina de pecho: debido a la falta de irrigación sanguínea en una
parte del corazón. Se produce sobre todo cuando se lleva a cabo algún tipo de
esfuerzo, desapareciendo progresivamente cuando descansamos.
·
Enfermedades
coronarias: puede terminar en
un ataque cardíaco.
¿Qué alimentos son peligrosos? ¿Cuáles causan
colesterol alto?
Existen una serie de
alimentos que, de por sí, son especialmente nocivos para nuestro cuerpo, los
cuales hacen aumentar los niveles de colesterol en la sangre.
Fundamentalmente son:
· Alimentos ricos
en grasas saturadas: carnes rojas, carne
de cordero, carne de cerdo, embutidos (jamón, salchichas, tocino), hamburguesas,
crustáceos, manteca animal.
· Bollería
industrial: magdalenas, tartas,
donuts y bollos, dulces, golosinas y chucherías, galletas…
·
Comida basura
en general: hamburguesas.
·
Determinados
aceites: aceite de palma y
aceite de coco.
· Aperitivos
salados: especialmente
patatas fritas, nachos con queso, frutos secos fritos, galletitas saladas…
· Productos
lácteos enteros: leche entera,
quesos maduros, cremas de leche… También evita la mantequilla y la margarina.
· Determinadas
salsas: como por ejemplo es
el caso de la mayonesa o el ketchup.
Evita el tabaco:
¿Sabías que el
tabaco, si bien es cierto que no aumenta los niveles de colesterol, sí es capaz
de reducir el colesterol HDL (o bueno)? Por ello es aconsejable reducir el
número de cigarrillos que fumas diariamente, hasta conseguir eliminarlo por
completo de tu día a día.
¿Tienes sobrepeso? En
este caso redúcelo:
Cuando el colesterol
alto viene acompañado de exceso de peso, una opción adecuada que ayuda de forma
muy positiva a reducir sus niveles es bajar de peso. Debemos tener en cuenta
que la obesidad aumenta los niveles de colesterol LDL por un lado, mientras que
por otro tiende a reducir el colesterol HDL. Una opción útil para reducir tu
peso es practicar ejercicio físico de forma regular, seguir una dieta
equilibrada y baja en calorías, y comer menos cantidades de comida al día (es
decir, comer menos calorías que las que en realidad consumes según tu actividad
física diaria).
¿Y cómo aumentar el colesterol bueno HDL?
Opta sobre todo por los siguientes alimentos:
· Aceites: opta por incluir aceite de oliva y aceite de girasol
en tu dieta, pero sin someterlas a cocción para que no pierdan sus virtudes y
propiedades.
· Frutos secos: come cada día un puñado (en torno a los 25 gramos)
de determinados frutos secos, como por ejemplo nueces, almendras y cacahuetes
(eso sí, naturales y nunca fritos).
También destaca la
práctica de ejercicio físico regular, la cual no solo reduce el colesterol LDL
malo, sino que también es capaz de aumentar los niveles de colesterol bueno. Al
igual que te indicábamos anteriormente, el mejor ejercicio es el ejercicio
aeróbico.
Alimentos prohibidos con colesterol y triglicéridos altos
la mayoría de los
alimentos prohibidos son aquellos especialmente ricos en grasas. Es habitual
que los principales alimentos que se eliminan de la dieta, o que al menos se
indica que se consuman de manera puntual, son los de origen animal (por su
elevado contenido en grasas). Son los siguientes:
· Carnes grasas y
embutidos: jamón cocido, jamón
serrano, tocino, chorizo, salami, salchichas… Carne de pato, procesadas y
hamburguesas no caseras.
·
Pescados: enlatados en aceite.
·
Vísceras: de hígado, riñones, corazón, sesos…
·
Mariscos: gambas, ostras, langostinos y camarones.
·
Yema de huevo: es rica en grasas y calorías. Lo recomendable es
reducir su ingesta.
· Lácteos enteros: sobretodo nata y crema de leche, además de leche
entera. También quesos duros y mantequillas.
·
Dulces y
bollería.
·
Aperitivos
salados.
·
Alimentos
fritos.
·
Salsas grasas.
·
Aceites: aceite de coco y de palma.
3 infusiones para limpiar las arterias de colesterol
Si tienes el colesterol elevado y necesitas
bajarlo te proponemos 3 maravillosas infusiones medicinales depurativas ideales
para limpiar el colesterol de tus arterias.
Aunque muchas personas suelen tomarlo a la
ligera, lo cierto es que mantener unos niveles de colesterol
elevado durante mucho tiempo, sobre todo cuando
no se toman las medidas adecuadas y oportunas para reducirlo una vez se ha
diagnosticado la existencia de colesterol alto en una analítica de sangre,
tiende a ser peligroso para nuestra salud.
A diferencia de lo que erróneamente se ha
tendido a pensar, el colesterol no es malo para la salud, ya que se trata
de una grasa fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo al
ser imprescindible para nuestras células y actuar como precursor de las
hormonas sexuales o de la vitamina D (entre otras importantes funciones). Pero
cuando los niveles de colesterol en sangre se encuentran por encima de lo
recomendado desde un punto de vista médico sí que se puede convertir en un
problema de salud.
Debemos
tener en cuenta que se
consideran valores normales por debajo de 200 mg/dl de colesterol total,
y normal-alto entre los 200 y los 240 mg/dl. Dado que el colesterol LDL se adhiere a
las paredes de los vasos sanguíneos estrechándolas es importantísimo mantener
el conocido como colesterol HDL en niveles
óptimos de entre 40 y 70 mg/dl, dado que evita la formación de la placa y la
acumulación de la grasa.
Si tienes el colesterol alto una opción
natural muy útil a la hora de rebajar sus niveles es optando por determinadas
infusiones, elaboradas con
plantas y hierbas medicinales con reconocida acción para reducir las grasas en
la sangre. Te proponemos 3 maravillosas recetas que seguro no conocías.
1. Infusión
de albahaca
La albahaca es una planta ideal para rebajar
los niveles altos de colesterol en la sangre, aunque es cierto que en realidad se
trata de una planta no muy conocida por esta cualidad.
Para elaborar esta infusión solo necesitas
una cucharada de albahaca fresca y el equivalente a una taza de agua.
Para prepararla pon en primer lugar la taza
de agua en un cazo y la cucharada de albahaca fresca. Cuando el agua empiece a
hervir deja que hierva 3 minutos, luego apaga el fuego, tapa y deja en reposo 3
minutos. Finalmente cuela y bebe.
Si lo deseas puedes tomar esta infusión 3
veces al día, hasta un máximo de 3 tazas de infusión de albahaca al día.
2. Infusión
de alpiste
El alpiste es una opción natural
excelente que ayuda a reducir el colesterol al ser capaz de eliminar
rápidamente la grasa del cuerpo, gracias a que contiene una enzima conocida con el
nombre delipasa. Aunque es conocido tradicionalmente
por ser el alimento común de los pájaros domésticos, en los herbolarios puedes
encontrar alpiste comestible especialmente pensado para su consumo en humanos.
Para elaborar la infusión necesitas una
cucharada de alpiste y el equivalente a una taza de agua.
Pon el agua en un cazo y deja que hierva.
Justo cuando alcance el punto de ebullición añade el alpiste y deja hervir
durante 4 minutos. Pasado este tiempo apaga el fuego, tapa y deja en reposo 5
minutos. Cuela y bebe.
Puedes tomar 3 infusiones al día como máximo.
3. Infusión
de tomillo
El tomillo es una hierba aromática muy
útil para reducir tanto el colesterol LDL como el colesterol total, gracias a sus cualidades como
antioxidante, al aumentar el metabolismo graso y movilizar el tejido adiposo.
Para elaborar esta infusión necesitas una
cucharada de tomillo seco y una taza de agua.
Para prepararla pon en un cazo una taza de
agua. Cuando alcance el punto de ebullición añade el tomillo seco, y deja
hervir 3 minutos. Pasado este tiempo apaga el fuego, tapa y deja en reposo
otros 3 minutos. Finalmente cuela y bebe.
Puedes tomar esta infusión 3 veces al día,
preferiblemente 20 minutos después de cada comida.
Otra poderosa infusión anticolesterol
Ingredientes
necesarios
·
1 cucharadita de raíz
de diente de león
·
1 cucharadita de
cardo mariano
·
1 cucharadita de
alcachofera
·
1 cucharadita de cola
de cabello
·
1 taza de agua
Pasos para prepararla
Pon en un cazo el
equivalente a una taza de agua y añade las cantidades indicadas de las plantas
y hierbas mencionadas anteriormente. Deja cocer durante 3 minutos hasta que
hierva. Una vez comience a hervir deja hirviendo 5 minutos. Pasado este tiempo
apaga el fuego, tapa y deja en reposo otros 3 minutos. Cuela y sirve en una
taza.
Cómo tomar esta
infusión anticolesterol
Es recomendable tomar
esta infusión 3 veces al día durante un mes, preferiblemente en el desayuno,
comida y cena.
También beneficiosos contra el colesterol
· Diente de león: contiene inositol, una sustancia que ayuda a reducir
el colesterol. También aporta determinados principios con acción eficaz para
reducir los efectos negativos de las grasas en las arterias.
· Cardo mariano: es una planta maravillosa muy beneficiosa para la
depuración y el cuidado del hígado, actuando como un excelente hepatoprotector
y regenerador de las células hepáticas. Ayuda a disolver y eliminar las grasas
de forma natural.
· Alcachofera: es otra planta curativa con reconocida acción
anticolesterol, ya que también ayuda a depurar el hígado y los riñones.
· Cola de caballo: una de las plantas más depurativas y diuréticas por
excelencia, ayuda tanto a reducir la presencia de grasa en las arterias como a
prevenir la retención de líquidos.