Ingredientes:
3 tazas de almendras
½ kilo de dátiles sin hueso
¾ de taza de cacoa en polvo
¼ de taza de miel de maguey
frambuesas
½ aguacate ni muy verde ni muy maduro
Elaboración:
Lava las almendras, tuéstalas en una sartén y muélelas en una licuadora junto con una pizca de sal marina. Mezcla en un recipiente con el cacao en polvo y reserva. Por otro lado, muele los dátiles (colócalos por partes en la licuadora para que se licuen más rápido) con un poco de agua y 1/4 de taza de miel. Este proceso es un poco tardado, pues los dátiles tardan un poco en licuarse. Una vez que obtengas una pasta reserva 1/3 de taza para la cobertura.
En otro recipiente mezcla la harina de almendras con el dátil. Termina de incorporar con las manos (puedes humedecerlas para que sea más fácil) y haz dos bolas grandes. Si la masa está demasiado pegajosa añade más harina; la idea es que no se pegue a las manos. Coloca una de las bolas en un molde redondo de unos 28 cm y aplasta con los dedos hasta abarcarlo todo. Coloca encima un par de capas de frambuesas frescas e inmediatamente encima la otra bola de masa; aplástala hasta que quede plana.
Para la cobertura mezcla en la licuadora ¼ de taza de dátiles, un poco de miel, 1/3 de taza de cacao y ½ aguacate. Coloca sobre el pastel con una de esas palitas maravillosas de hule. Decora con unas cuantas frambuesas frescas y unas hojitas de menta.
Puedes sustituir las frambuesas por fresas o zarzamoras según la temporada.
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